La falta de liquidez es la primera preocupación de la nueva corporación municipal.
Muchas deudas y poco dinero es lo que ha encontrado el nuevo equipo de gobierno según ha informado el nuevo alcalde a LOGROSÁN AL DÍA., aunque hay partidas de subvenciones, recaudaciones y otras procedencias que aún no se han recibido y cuya cuantía se desconoce con exactitud.
El Ayuntamiento está trabajando estos días en recabar información sobre el estado de las cuentas municipales para ajustar obras y servicios a la situación económica del Consistorio. «Llevamos cuatro días por lo que no tengo conocimiento global de cuál es la situación financiera al completo […]; no podemos comprometer ningún gasto si no podemos afrontarlo» ha afirmado esta mañana a LAD el nuevo alcalde: «Mientras no se arregle el problema de liquidación con la Diputación, no podremos continuar con las obras«
Respecto a la reforma de la Plaza, el máximo responsable municipal ha dicho que los proveedores no sirven materiales mientras no se les pague o tengan seguridad de que se les va a efectuar el pago. Al parecer, según la misma fuente, se había acordado con la anterior corporación que no se les pagaría hasta la llegada de la subvención de Planes Provinciales de la Diputación pero el dinero aún no ha llegado.
El Ayuntamiento está en este momento con un problema enorme de liquidez y no puede afrontar ningún pago que no sea imprescindible. Respecto al material que ya estaba entregado y que ha sido retirado del lugar de la obra, se trata de material defectuoso. Por esa razón se ha tomado la decisión de devolverlo y perimetrar la zona de la obra para evitar accidentes.
Las obras de la estación del ferrocarril se hallan en una situación similar. Según el alcalde Hernández, ante la falta de presupuesto se ha decidido paralizar el proyecto y tabicar el edificio en obras para evitar el vandalismo. Además se añade el inconveniente de que el suelo no es propiedad municipal y ni si quiera hay un contrato de compraventa, sólo un compromiso por parte de su verdadero propietario -ADIF-.
Esta entidad no sólo no parece estar dispuesta a vender, sino que ha aumentado de forma unilateral el precio que hipotéticamente había acordado con el Ayuntamiento en su momento (unos 60.000 euros más el IVA correspondiente) y que ahora han subido por encima del 30%, lo que supone unos 90.000 euros más el IVA, cantidad que es inasumible por el municipio en este momento.