Será excavado por el equipo arqueológico “Primeros Pobladores de Extremadura” en fechas próximas, según fuentes municipales.
En esta zona, que era un conjunto arcilloso de la Era Terciaria, es precisamente donde se localizaron casualmente en la década de los años 1980 y por un vecino de Logrosán, Miguel Domínguez Saavedra, quien realizaba una charca con su máquina excavadora, unos grandes huesos fosilizados (un hueso largo y una costilla) que fueron enviados para su estudio a la Facultad de Veterinaria de Salamanca.
Durante el Pleistoceno medio, época del yacimiento, existían rutas naturales, frecuentadas por las migraciones periódicas de grandes herbívoros (mamuts, mastodontes, rinocerontes, uros…) que buscaban el alimento entre los verdes pastizales de las depresiones del Tajo-Tiétar y del Guadiana, pero en verano pastaban en las sierras de Las Villuercas y en el Macizo Central. Es muy probable, pues que sean los huesos de un enorme animal vertebrado perteneciente al periodo Mioceno de la Era Terciaria. O bien, que sean los huesos de un primitivo vertebrado del Pleistoceno, caído dentro de una zona fangosa o pantanosa formada en la superficie de dichas rocas arcillosas terciarias.
En este paisaje del Pleistoceno es cuando nuestra comarca es visitada por poblaciones nómadas de homínidos neandertales, especies cazadoras y recolectoras dependientes para su supervivencia tanto de los grandes mamíferos herbívoros como de los frutos de los bosques abiertos de quercínias. Y es esta circunstancia lo que asocia al yacimiento con posibles restos de industria lítica (herramientas y utensilios de piedra y silex) de homínidos pobladores o nómadas.
Por otro lado, en todas las vegas del río Ruecas y del río Cubilar en Logrosán, se extienden amplios depósitos aluviales con abundantes cantos rodados de cuarcitas y otras rocas duras que fueron aprovechadas por estos homínidos para tallar sus herramientas. Las cuarcitas son materiales muy abundantes, de extremada dureza (cuarzos recristalizados) y elevada compactación, por lo que la mayor parte de los instrumentos paleolíticos localizados en Extremadura son de esta naturaleza.
Existe una gran expectación de toda la comunidad científica extremeña ante tales hallazgos, pues ello redundará sin duda en la puesta en valor del recientemente creado “Geoparque de Las Villuercas”, a cuyo territorio pertenece este yacimiento arqueológico y paleontológico.
Para saber más: Blog de Juan Gil Montes

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