Los investigadores, que están a la espera de los resultados de algunas pruebas, descartan que el móvil del homicidio fuese el robo o un ajuste de cuentas.
Sólo hay que esperar… y no mucho tiempo. Fuentes cercanas a la investigación del crimen de Logrosán señalan que dentro de poco, en uno o dos días, se conocerán los resultados de pruebas concluyentes tomadas por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Cáceres. Esos resultados pueden esclarecer definitivamente el misterio de la muerte del empresario Alfonso Triguero, al que alguien disparó en el vientre mientras dormía en su casa en la madrugada del pasado lunes.
Gran parte de los vecinos de Logrosán acudieron en la mañana de ayer a la misa funeral, que comenzó a las once en la iglesia de San Mateo. El templo se llenó de gente en una ceremonia religiosa que duró poco más de media hora ya que, a petición de la familia, no hubo el tradicional pésame en el que conocidos y amigos desfilan ante las personas más allegadas al muerto para mostrar sus condolencias.
A las 11.40 horas el ataúd volvía a ser cargado en el coche fúnebre. Entre las personas que llevaban el féretro se encontraba su hijo y el novio de su hija, el propietario de la escopeta que acabó con la vida del empresario. El hijo estaba muy afectado, al igual que la hija y la viuda.
Poco después de esta escena llena de dolor, en Plasencia, en la inauguración de la nueva Comisaría, la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, daba ciertas claves sobre el crimen de Logrosán. Dijo que estaba «bastante descartado» que el móvil fuera el robo y el ajuste de cuentas. Según la versión que ofreció la familia, parecía que el objetivo de la persona o personas que cometieron el homicidio o asesinato, era el robo de unos 4.000 euros que formaban parte de la recaudación del día de su restaurante-asador que, por cierto, está junto al cuartel de la Guardia Civil.
Según declaró la viuda, ella no pudo ver quién hirió a su marido ya que le cegó el fogonazo del disparo. El hijo, que era la otra persona que estaba en la vivienda, dice que al intentar perseguir al autor vio un coche rojo con una mujer rubia y un joven; pero esa pista, como ya anunció ayer este diario, ha sido comprobada y descartada.
La delegada del Gobierno también ha confirmado que la escopeta que acabó con la vida de Alfonso Triguero es de Alberto, el novio de su hija, que según señaló se la había dejado al hijo del fallecido para ir a una montería el domingo. El hijo ha indicado que la escopeta estaba al lado de la puerta de entrada con la munición, para devolvérsela a Alberto. La viuda también ha comentado a sus amistades que posiblemente alguien les había puesto un somnífero en la cena y que su perro también fue drogado.
Una de las pruebas cuyo resultado es más esperado, son los restos de pólvora en la ropa de una persona cercana al fallecido. Con determinadas pruebas como la de la parafina o la de Hofman se puede saber la antigüedad del disparo.
Los vecinos de Logrosán están viviendo con tensión este suceso. Se espera que en breve se efectúe una detención o que el autor del disparo se entregue a la Guardia Civil, ya que eso supondría una condena menor en el caso de ser declarado culpable.
DIARIO HOY

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