LOGROSÁN AL DÍA

Esta mañana la viuda y el hijo mayor de Alfonso Triguero serán conducidos por la Guardia Civil ante el Juzgado de Logrosán para que la juez les tome declaración y decida si procede su ingreso en prisión. Los dos están imputados por la muerte de Alfonso Triguero que tuvo lugar el pasado 14 de febrero, cuando a las tres de la madrugada le dispararon en un costado. En la casa solo estaba la viuda y el hijo mayor, y nadie forzó las dos cerraduras de la puerta principal.

Después de cuatro meses y medio de espera, los vecinos de Logrosán se vieron sorprendidos ayer por un rumor que se hizo realidad. A las nueve de la mañana la Policía Judicial de la Guardia Civil había detenido a los dos principales sospechosos del crimen. Parece que fueron arrestados en la casa en la que fue disparado el empresario de 51 años. Madre e hijo fueron llevados a la casa-cuartel de la Guardia Civil para tomarles declaración. Algunos familiares recogieron ropa de los dos para llevársela a los calabozos. Alrededor de las doce y media, en la puerta de la casa-cuartel, estaba el hermano mayor del fallecido (tenía tres hermanos) con un amigo de la familia que es un guardia civil. Al preguntarles HOY, el guardia negó que hubiera alguien detenido con respecto a este caso.

La encargada de desmentirle fue la propia delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, ya que en el acto de constitución de la Diputación de Badajoz comentó que madre e hijo habían sido detenidos hacía unas horas en calidad de «presuntos autores del homicidio». Indicó que la investigación había tardado bastante tiempo ya que hubo que hacer numerosas pruebas de pólvora y análisis fisiológicos.

El general de la Guardia Civil en Extremadura, Francisco Arribas, reconoció que la investigación ha sido «muy laboriosa, ya que hubo que recabar infinidad de pruebas».

Alrededor de las doce de la mañana de ayer llegó el abogado de los dos detenidos, el letrado cacereño Marcelino Rodríguez. A las 12.30 horas comenzó la declaración de la viuda, Rosa Durán, y no concluyó hasta las 14.30 horas.

Ella ha mantenido lo que ha dicho en sus declaraciones anteriores. Según trascendió de las investigaciones aseguró que estaba en la habitación cuando una persona disparó sobre su marido, pero no pudo identificarle, ya que el fogonazo le había deslumbrado.

El hijo mayor del fallecido, José Carlos Triguero, prestó declaración a las 16.30 horas y concluyó a las 20.00 horas.

Los dos aseguraron que no tienen nada que ver con la autoría de la muerte de su marido y padre. Aseguran que son inocentes. El hijo había declarado con anterioridad que al salir de la casa en busca de quién había disparado, vio un coche rojo con un hombre y una mujer rubia. La Guardia Civil comprobó que era cierto que a esa hora pasó frente a la casa un coche de esas características y dieron con la pareja, pero descartaron que tuvieran algo que ver con el crimen.

La madre y el hijo también indicaron que el autor del disparo se llevó un sobre con 4.000 euros, que era el dinero recaudado durante el fin de semana en los tres negocios de la familia: el restaurante-asador, un secadero de embutidos y el supermercado. Este último está ahora cerrado.

Tras el crimen, la familia del fallecido está muy afectada. Los vecinos señalan que la viuda, que poco después del suceso se puso a trabajar, se encontraba ahora bastante decaída; su hijo mayor se ha puesto al frente del restaurante. El otro miembro de la familia es la hija del fallecido, de 20 años, que está estudiando en la Uiversidad de Extremadura en Badajoz.

El arma que mató a su padre, precisamente, es de su novio, que dejó la escopeta a José Carlos para que fuera de cacería.

Alrededor de las doce de esta mañana está previsto que pasen a disposición judicial los dos detenidos. Será entonces cuando la juez decida si ponerlos en libertad, con fianza o no, o si son encarcelados a espera de juicio. Especialistas consultados señalan que lo lógico es que si hay pruebas concluyentes ingrese en prisión la persona que apretó el gatillo, mientras que la otra podría ser puesta en libertad hasta que fuera juzgada como posible encubridora.