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EL TIEMPO en Logrosán
No compareció el pasado viernes en el juzgado en el que le iban a comunicar que había sido sentenciado a cumplir 17 años y medio de prisión.
periódico HOY
La administración de Justicia no sabe dónde está José Carlos Triguero, el joven de Logrosán de 30 años al que un tribunal de jurado le acaba de encontrar culpable de asesinar a su padre con la ayuda de su madre. Se ha cumplido lo que temían la fiscal y la acusación particular: que se diera a la fuga.
José Carlos y su madre Rosa Durán fueron juzgados del 22 al 25 de septiembre en la Audiencia de Cáceres. Los dos eran sospechosos de haber planeado matar a sangre fría a su padre y esposo, al empresario Alfonso Triguero Pedrero, de 51 años, al dispararle con una escopeta de caza cuando dormía en su cama, a las tres de la madrugada del 14 de febrero de 2011.
La actitud de José Carlos cambió de forma ostensible a lo largo del juicio. En el primer día declaró de una manera algo arrogante, levantado, apoyando los dos puños en la mesa, repitiendo que él no había matado a su padre, con el que aseguraba que se llevaba muy bien. Poco a poco las pruebas que le acusaban fueron presentándose ante los nueve miembros del jurado, y él parecía que se iba desesperando.
Una semana después, la presidenta de la Audiencia convirtió la decisión del tribunal en años de cárcel. El lunes, 6 de octubre, este diario daba a conocer que cada uno había sido condenado a 17 años y medio de prisión.
Ellos estaban en libertad, con la obligación de comparecer una vez a la semana en el juzgado más cercano a su lugar de residencia. Les habían retirado el pasaporte y se habían comprometido a no salir del país. El jueves 9 de octubre, la madre acudió a su cita en el juzgado de Logrosán y le fue entregada la sentencia. El viernes, 10 de octubre, era el día en que tenía que ir José Carlos Triguero, pero no compareció. La familia avisó a su abogado, Marcelino Rodríguez, y éste se lo comunicó a la Guardia Civil.
Según aseguran su madre y su hermana, no saben dónde está desde el viernes. José Carlos no les contesta cuando le llaman al teléfono móvil. No se ha llevado ni su coche. Lo único que se sabe es que se ha llevado varias bolsas con bastante ropa, de invierno y de verano.
De haber sido encontrado definitivamente culpable, a José Carlos Triguero le podían haber quedado de seis meses a un año de libertad, hasta que la Sala de lo Civil y Penal viera el recurso; pero él no aguanta la cárcel. Él y su madre ingresaron en prisión el 28 de junio de 2011, al considerar la juez que investigaba el caso que había pruebas de que cometieron el crimen. Podían salir con una fianza de 45.000 euros cada uno. José Carlos fue tratado de depresión en el centro penitenciario de Cáceres, no aguantaba y cuando llevaba 13 meses y medio encerrado salió al pagar la fianza, a los dos meses le tocó a la madre. Lleva en libertad desde el 10 de agosto de 2012 y no quiere volver a estar entre barrotes.
Noticia literal del periódico HOY
LOGROSÁN AL DÍA 