EL TINTERO DE MARÍA: Tres lugares y una niña hecha mujer

Como dice Antonio Orozco en su canción: “Estoy hecho de pedacitos de ti”, yo soy lo que he vivido, lo que he aprendido y compartido, en mi caso concreto en Logrosán, Madrid y Astorga.

Logrosán es mi lugar de nacimiento, donde evolucioné de niña a mujer, donde arraigué.
Mi pueblo es la raíz que me sostiene, siempre lo identifico con olores, aromas que el paso de los años no ha conseguido que olvide, todo lo contrario, siguen impregnando mi piel ya curtida por los años.
Logrosán huele a familia , a pan recién hecho, a café de puchero, a migas, ajoblanco, pimentón , mimosas, jara, tomillo y romero, a rosas del jardín, eucalipto en la Ermita, a incienso, a juncia por el día del Corpus, membrillo, manzana, jabón casero y ropa blanca tendida al sol… y a pólvora el día de la patrona. Mis primeros amigos, mis primeras ilusiones y desengaños, a aceituna recién prensada, a lumbre, a noches de tertulia al fresco, matanzas, día de colegio y trenzas, árboles de morera y gusanos de seda… mujeres cantando, lavando en el río o en el helechal… noches de verano buscando luciérnagas, niños jugando a las cuatro esquinas, a pídola, a la cuerda, a la goma, al truco…esto y mucho más…

Es mi tierra, a ella pertenezco, en ella se forjó mi personalidad, en ella fui inmensamente feliz.

Madrid es la ESPERANZA, donde vine buscando lo que más deseaba, aunque dejaba atrás lo que más quería, “El mundo del saber”

Es la ciudad más acogedora, nadie te pregunta de dónde vienes…eres acogida como una más.

Empecé con C.O.U  y después los estudios universitarios.

Recuerdo una anécdota de C.O.U, cogí como una de las asignaturas optativas, Geografía Económica y Humana, no recuerdo el nombre de la profesora, pero me tenía siempre en la palestra. Un día la salí al encuentro y la pregunté a qué se debía que fuera a mí a la única que sacaba a decir la lección… que la gustaba mi forma de pronunciar…tomaaaaaaa.

Aún recuerdo un párrafo de memoria de aquella asignatura: “Los crecimientos de abonos químicos, se deben principalmente a las minas de fosforita de LOGROSÁN, las minas más importantes del mundo después de las del Sahara” … como me tocó salir a la palestra, hice un inciso y la dije: de ahí soy yo…y de ahí viene mi acento.

En 1977, inicié mis estudios universitarios, años muy difíciles para España, plena transición, con movimientos muy convulsos socialmente, una policía y un ejército del posfranquismo.

Las circunstancias, las casualidades, hicieron que me integrara en un grupo, que sin pertenecer a ningún signo político, eran gente muy concienciada con respecto a los cambios que debían operarse en España, ellos sacaron de mí, lo que ya venía de fábrica.

Entonces se despertó mi “yo revolucionario”, participaba haciendo pancartas, asambleas, me manifestaba en contra de las centrales nucleares, contra la O.T.A.N, por los derechos de la mujer, la clase obrera, en definitiva, por una sociedad más justa e igualitaria.

Corrí delante de los grises, lo que no está escrito, siempre algún compañero más avispado, me salvaba del palo tirando de mí, creo que menos en un contenedor de basura, me escondía en cualquier sitio. Otros compañeros con menos fortuna eran atrapados, llevados a la D.G.S (Dirección General de Seguridad) y cuando salían, lo hacían llenos de caricias. Cuántas veces nos repartíamos por las facultades para pedir dinero para sacarles de allí, los primeros que contribuían eran los profesores, muy comprometidos en aquella época y los alumnos que se quedaban sin el dinero del bocadillo.

Aprendí mucho en esos años, sin pertenecer entonces, ni ahora a ningún partido político, sobre todo a reivindicar los derechos que me reconoce la Constitución y por supuesto a concienciarme de mis deberes como ciudadana.

Aprendí, en Madrid, a ser LIBRE… independencia… a hacer tu vida sin preocuparte del vecino.

Me gusta Madrid, su gente, sus verbenas, la música de organillo, el chotis, los barquillos…la pradera de San Isidro, el agua del Santo fresquita, los churros con chocolate de San Ginés, las rosquillas: la tonta y la lista, un chotis bien amarrado en Las Vistillas, ellas con su vestido de chulapa, sus claveles en el pelo y su precioso mantón de Manila, y ellos con su gorrilla, su   chaleco y chaquetilla, pantalones ajustados, botines y clavel en la solapa.

Aquí he conocido a mis mejores amigas, aquí me casé y tuve dos hijos que son “madrileños”, los tesoros más grandes que tengo.

Qué olor más bonito desprende Madrid, violetas…nardos y… cocidito madrileño.

Me casé con un leonés de Astorga, desde hace treinta y cinco años tengo allí mi pedacito: EL SITIO DE MI RECREO, donde me relajo, descanso y hasta el cielo lo veo de otro color.

La Catedral de Astorga, dedicada a Sta. María, es la sede episcopal de la Diócesis. Tiene un estilo gótico tardío, renacentista y barroca, el presbiterio cobija en su altar mayor el retablo de Gaspar Becerra, con escenas de la Virgen en el centro y la vida y pasión de Cristo.

Construida entre el S.XV y S. XVIII, el interior es gótico tardío y el exterior barroco.

Otro de sus encantos es el Palacio de Gaudí, de estilo neogótico, su construcción se llevó a cabo entre 1889 y 1915. No puedo negar que soy una enamorada de este palacio… como lo soy de toda la obra de Gaudí.

Las murallas rodean el casco antiguo, lo que fue “Astúrica Augusta”, fundada en épocas de Augusto con motivos de las guerras cántabras, un segundo muro fue construido en el S.III o IV, siendo la última reforma desde la época medieval.

¡Ay el paseo de la muralla!, lo recuerdo siempre lleno de rosas…el jardín de la Sinagoga … ¡cuánto han jugado ahí mis hijos y cuántas aceitunas picantes he comido yo ¡

Las vistas desde el paseo: Impresionantes, MI TELENO…el monte más alto del Sistema Galaico- leonés. Hay una relación de complicidad muy difícil de entender entre los dos, es lo primero que miro cuando entro en Astorga y lo último que queda en mi retina.

La Eragudina, el lugar de mis paseos tranquilos, paseos en soledad y acompañada, “EL LUGAR DONDE SE RECOGEN LAS FURTIVAS LÁGRIMAS”.

Adoro tu cielo azul sin igual, tu noche estrellada, tus silencios, tu gente…TODO…y el cocido maragato… que no hay quien se lo acabe.

Estos tres lugares han marcado mi existencia, de una u otra manera, y han hecho de mí, la mujer que soy hoy.

Aun así, de todos estos lugares, Logrosán para mí es vida y muerte, bajo una encina o un olivo, mirando a la ermita y al cerro de San Cristóbal.

Los primeros amores nunca se olvidan, por mis venas corre sangre: blanca, verde y negra y yo no reniego de la tierra donde nací y de la que cubre a mis antepasados

LOGROSÁN por y para SIEMPRE, con mi gente, el lugar que eligió el destino para que yo naciera y donde aprendí los valores que me acompañaran toda la vida.

Cada piedra, cada lugar…me reconoce, sabe quién soy.

De los tres lugares he cogido lo mejor, y he aprendido…pero soy EXTREMEÑA, de Logrosán…en alto lo digo, porque cuando se habla en mi tierra, nada se esconde, se dice para que todo el mundo lo sepa.

M.C.

Madrid 13 de Febrero de 2018.

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