EL TINTERO DE MARÍA. La mujer en la Extremadura rural

Este artículo se gestó un día 8 de marzo del 2019, DÍA DE LA MUJER.

Un día de carácter reivindicativo, compartido, mujeres logrosanas, extremeñas unidas con un único fin: exigir que la IGUALDAD, que contempla la Constitución ,en cuanto a géneros, sea de una vez por todas efectiva.
Os llevo en el corazón, fue un día maravilloso para mí, jamás lo olvidaré, una logrosana se ve, cuando se mira en otra…testigo de ese momento guardo una bandera que sirvió de alegría y orgullo a todo extremeño que la vio ondear, conmigo quedó en Madrid, aunque llevo a mi tierra en el corazón…esos tres colores compartidos…son un beso, una caricia para el alma…el beso que vino de mi tierra…para mí.

Voy a retrotaerme al tiempo de nuestras bisabuelas, abuelas y madres… nosotras somos su resultado.

¿Cómo ha evolucionado la mujer en mundo rural?

Desde finales del siglo XIX, hasta nuestros días, muchas cosas han cambiado, pero no indudablemente al mismo ritmo que en zonas urbanas.

La vida de nuestras abuelas, era una vida de un sacrificio enorme, mujeres trabajadoras, sin retribución, y mujeres que eran las encargadas de sacar familias, generalmente numerosas adelante.

Trabajadoras de sol a sol. Mujeres dedicadas a trabajos agrícolas, en cuadrilla recogiendo aceitunas, segadoras con hoz, tejiendo en telares, cuidando de los animales… codo con codo con el varón, pero siempre a su sombra, trabajando en casas, sirviendo… por un miserable sueldo… incluso, a veces, por la comida… mujeres curtidas que no se permitían una queja… en la casa la cuidadora, de hijos y de mayores… todo recaía en sus hombros.

Mujeres acarreando agua, con su rodilla en la cabeza… con una mano sujetando el cántaro y otro en “el cuadril”, sujetado con el otro, cargas y cargas diarias… lavando en “jelechal”, en el río, el Guijarro, de donde bajaba el agua de la sierra, el Carrasco…al otro lado de la sierra , en la otra bajada y en las Artesitas ( no sé si se escribe así…»o» con «h»)… cerca del camino donde está el caño redondo, rompiendo los carámbanos en pleno invierno para poder lavar, y en verano con ropas que tapaban todo su cuerpo y grandes sombreros de paja para evitar que el sol tostara su piel,

Al río solían ir con algún caballo, o un burro… iban con grandes cestos de ropa… y ahí se tiraban todo el día… hasta algún día antes de tenernos mi madre, reconoce haber estado lavando allí.

Las mujeres eran seres humanos desprovistas de derechos, en todos los sentidos.

Hay un hecho que no por ser contado por mis antepasados en muchas ocasiones… es menos doloroso…no puedo ni imaginarlo.

Después de la Guerra Civil, a las mujeres de los republicanos se las encarcelaba en los calabozos de Logrosán , eran peladas , humilladas y vejadas, paseadas por el pueblo ante la impasividad de los demás, mujeres cuyo delito era ser la mujer de un varón que no había estado en el bando de los vencedores, hoy todavía se me ponen los pelos de punta de pensarlo, ellas y sus hijos eran repudiados, muchos teniendo que abandonar el pueblo, con una mano delante y otra detrás.

En aquellos tiempos un hombre se jugaba a las cartas su casa, si la perdía, no había compasión, la mujer no podía reclamar su parte, todo estaba a nombre del marido, quedaban todos en la calle, sin remisión, mujeres e hijos, a los que amparaban en la mayor parte la familia, o no, pero estaban condenadas a seguir con ese hombre que las había llevado a la ruina. A mis oídos llegó en algún momento el de jugarse hasta el derecho de pernada con la mujer, un cúmulo de despropósitos, que por supuesto era minoritario… pero sucedió.

Mujeres maltratadas, pisoteadas , ultrajadas, injuriadas, si acudían a su familia se las mandaba regresar a sus casas, era el marido, tenían que aguantar…  ¡cuántas mujeres aguantaron hasta el final de la vida o la de esos hombres!… cuidándolos como si hubieran sido los perfectos maridos.

No eran dueñas de nada, el consentimiento del marido era necesario para cualquier gestión, la mujer era dependiente… primero del padre, después del marido… nunca libre… siempre esclava.

Jamás salía sola, con amigas, si no estaba el novio o el marido… había que guardar la ausencia.

Todas estas cosas y muchas más fueron transmitiéndose de generación en generación, llegando a la mía:

  • Una mujer no podía manifestarse en temas políticos o sexuales, todo era tabú.
  • Ciertos hábitos, alcohol, tabaco… eran propios de hombres… si lo hacías, no eras una transgresora , eras una mujer de mala reputación.
  • Toda señorita que pasaba de un lugar del pueblo, en el mío, el depósito, podía ser considerada “una perigalla”.
  • Reírse a carcajadas en público, estar siempre por la calle, era “estar más vista que las alpargatas de tres reales” “el buen paño en el arca se vende”… cuidadito con este, con aquel… se puede reír de ti… no pasear sola, siempre en grupo…y más y más.

Yo salí de Logrosán con 17 años, llegué a Madrid, me pareció un monstruo… un lugar que podría engullirme, me sentía fuera de lugar, la vida era de otra manera, más independiente… nadie te conocía, ni conocías… una sociedad con menos prejuicios… más libre. Poco a poco me di cuenta de las ventajas… y descubrí que la libertad era posible, que podía explorar otros mundos, lejos de las miradas maliciosas, empecé a darme cuenta que a través de la lucha mi posición como mujer tenía yo que hacerla valer, no me sentí en ningún momento inferior al varón, todo lo contrario… a través de mi actitud conseguí su respeto, siempre puse por delante mi origen… mis costumbres, que sigo conservando y haciéndolas valer, pero ahora desde otras posición , desde la de una mujer que ha luchado por todo lo que se ha propuesto… y la que ha reivindicado en cualquier lugar mi derecho a ser escuchada, como una más… nunca en frente… siempre al lado.

Pero siento que la situación en los pueblos, como el mío, no ha mejorado al mismo ritmo.

El maltrato a la mujer, se da en cualquier lugar, no iba a ser menos en nuestro pueblo, hay mujeres que no se atreven a denunciar, por vergüenza, por el que dirán, por los hijos, por sus familias, porque se consideran ellas las culpables, cuando son las víctimas, porque la misma sociedad las cuestiona, las señala…entre nosotras mismas nos cuestionamos, no somos capaces de apoyarnos, la empatía y la asertividad en estos casos es muy importante.

Creo que  el Ayuntamiento de Logrosán con la  creación de la concejalía de IGUALDAD, ha dado un gran paso, y a su vez con la labor degrandes mujeres jóvenes que luchan codo con codo…  actuando desde la infancia y la juventud, donde se están dando casos graves por incongruentes que sean de machismo.

Con vosotras me manifesté, queridas paisanas, a vuestro lado estaré siempre que me necesitéis… no lo dudéis en ningún momento.

Nuestra lucha no va en contra del varón, nuestra reivindicación es algo que no debemos de abandonar, ni permitir que se menoscabe ni uno de  los derechos conseguidos.

Somos dueñas de nuestro destino, no pertenecemos a nadie, solo nosotras sabemos lo que queremos, dejemos de pensar que es un sueño, y vamos a empezar a darnos cuenta que a nuestras metas llegaremos con el firme propósito de no permitir que nadie pisotee nuestros derechos.

A nadie le importa nuestra vida, fuera miedos, exprésate…no dejes que nadie lo haga por ti, en ningún lugar… todas tenemos mucho que decir, mucho que aportar… fuera coacciones, que no te importe el qué dirán…

Una puede que no lo logre sola, pero donde una no llegue, estaremos las demás.

QUE NO NOS ASUSTE LA LIBERTAD… LA TENEMOS POR LEY Y POR DERECHO.

  1. Dedicado a todas esas mujeres de las que provenimos, las que nos dieron un ejemplo de vida…y sobre todo a las mujeres de nuestra generación, que por fin hemos aprendido a decir: NOOOOOOOO.

Mis chicas luchadoras de Logrosán… GRACIAS, por vuestra fuerza, por vuestra lucha, por vuestra unión… y por el día tan hermoso que pasamos juntas y repetiremos las veces que sea necesario… A VUESTRO LADO, CON EL VERDE, BLANCO Y NEGRO.

Madrid 17 de Marzo del 2019.

M.C

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