El epitafio de Sacomius y el topónimo Logrosán.
Una colaboración de Juan Gil Montes para LAD
D(is) M(anibus) S(acrum) /
SENT(io) SACOMIO /
ANN(orum). VIIII. SEN(tia) /
LUCROSA FILIO /
PIENTISSIMO F(aciendum) C(uravit) /
H(ic) S(itus) E(st) S(it) T(ibi) T(erra) L(evis)
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Significado:
Consagrado á los Dioses Manes.
A Sentio Sacomio,
de edad 9 años. Sentia Lucrosa
a su hijo piadosísimo hizo este monumento.
Aquí yace. Séate la tierra ligera.
Lápida de mármol blanco rodeada de una cenefa encontrada en Mérida. Tiene por dimensiones totales: 0,18 m. de alto por 0,20 m. de ancho. Letras altas de 0,020 m, en el primer renglón, descendiendo gradualmente hasta 0,015 m. en el último. Puntos triangulares entre letras.
Teniendo documentado en la Epigrafía Hispánica, y concretamente en la cercana Mérida, el nombre femenino de LUCROSA, creo que la solución más fácil y evidente es suponer que durante la época romana existiera en el cerro de LOGROSÁN (en árabe Lukrushan) un ager o pagus LUCROSANUS, o una villa LUCROSANA, nombre tomado de su dueño o poseedor, antropónimo latino derivado de Lucrosus (“Lucrativo, Fructuoso”).
De acuerdo con esto último, tampoco podemos descartar que el topónimo LOGROSÁN pueda referirse a la buena calidad agrícola de la tierra de los alrededores del pueblo (ager), que como hoy sabemos es muy rica en fosfatos, o bien a la lucrativa minería romana del estaño en el pagus o vicus de la morra de San Cristóbal.
Juan Gil Montes