El robo se produjo cuando el bar estaba abierto, durante un descuido de la camarera que fue aprovechado por los ladrones para sustraer algunas botellas de licor del expositor situado detrás de la barra.
Lo que no sabían los delincuentes era que en el lugar hay cámaras de vigilancia grabando 24 horas.
La responsable del local contó en una red social lo sucedido y colgó una foto dirigida a los culpables informando de la existencia de esas cámara y pidiendo la devolución inmediata de lo sustraído. Esta mañana, según informan desde el propio establecimiento, las botellas sustraídas habían sido depositadas en la puerta del restaurante.
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