Alía también está limpia de coronavirus

Para seguir así el Ayuntamiento ha ordenado los controles más escrupulosos y estrictos de las Villuercas. 

El pueblo se desinfecta cada dos días, la policía local controla las casas vacías usadas como segundas residencias para llevar registros de los vecinos que llegan de otras localidades y exigirles el cumplimiento sin excusas de las normas de prevención de la infección.

La alcaldesa de la localidad ha informado a LAD que son especialmente exigentes en el control de personas provenientes de fuera, pues es la única vía posible de entrada del virus. Para ello la policía tiene el mandato de controlar a la población para conocer quiénes han venido de fuera de la localidad y sus movimientos. Además cada dos días se fumigan las zonas de la localidad de mayor peligro de contagio, es decir, donde se pueda producir concentración de vecinos.

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