En un sondeo realizado por LOGROSÁN AL DÍA, más del 54% de los encuestados se mostraban partidarios de la apertura. El alcalde Hernández (médico de profesión) quiere guardar prudencia antes de tomar una decisión definitiva, pero siempre se ha mostrado a favor de abrir la instalación.
El Alcalde cañamerano ha declarado a LAD que Cañamero «mantiene su palabra dada desde el principio» y abrirá sus piscinas naturales pero NO la municipal.
Por su parte, María Ángeles Díaz alcaldesa de Berzocana, considera que a día de hoy y viendo las medidas y normas de uso de instalaciones impuestas por las autoridades técnico-sanitarias, no cree que reúnan condiciones de abrir la instalación municipal. A su juicio «genera demasiadas dificultades para una apertura segura y pone en peligro tanto a trabajadores como usuarios».
Díaz cree que lo prioritario en estos momentos es proteger la salud de los vecinos de Berzocana, mayoritariamente de edad avanzada. Su intención es reducir en lo posible las situaciones de riesgo; si bien la edil no descarta la posibilidad remota de apertura cuando afirma: «vamos a esperar a que finalice el estado de alarma» para tomar una decisión definitiva.
Por su parte Zorita, nuestro vecino del oeste, se suma a la decisión de la Mancomunidad a la que pertenece que no abrirá ninguna de las piscinas de las localidades que la componen: Abertura, Alcollarín, Campo Lugar, Escurial, Madrigalejo, Miajadas, Villamesías y Zorita.
Respecto a Guadalupe su alcalde ha guardado silencio ante las preguntas de LAD, pero otra fuente fiable apuntan a que el ayuntamiento está a la espera de que el día 21 de junio cambie algo la situación y con ello ya se decidirá, afirma la fuente, «con esta situación lo tenemos difícil». El bar de la instalación ya está abierto y funcionando.
Alía tampoco abrirá en principio. Quiere mantener una posición prudente ante el temor a un rebrote; su alcaldesa, Cristina Ramírez, considera que «las medidas exigidas son muy estrictas y nos da miedo lo que pueda suceder».
¿PISCINAS NATURALES O MUNICIPALES? El profesor del área de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Extremadura, Gregorio Montes Salas asegura que el control del virus en las piscinas municipales es mucho mayor si se siguen los protocolos. Las aguas cloradas y desinfectadas aseguran la eliminación del COVID de forma más contundente que las aguas sin tratar de las piscinas y charcos naturales. Además se trata de instalaciones perimetradas, cerradas y con una única puerta de acceso, lo que facilita el control del aforo necesario para respetar el distanciamiento social, difícil de asegurar en un espacio abierto a la orilla de un río.
El profesor Montes nos recuerda las indicaciones del Ministerio al respecto:
1o Los riesgos asociados al COVID-19 están relacionados con la interacción entre personas que acuden a las piscinas. La medidas más eficaces para evitar la transmisión del virus son el distanciamiento social y el refuerzo de la higiene de manos y respiratoria.
2o La limpieza y desinfección diarias de superficies y zonas comunes es fundamental para evitar la propagación del virus.
3o Para eliminar el virus hay que mantener correctamente el tratamiento y niveles de desinfectante residual en el agua de los vasos y duchas.
4o Para prevenir la transmisión del virus los usuarios y los trabajadores deben cumplir las medidas de distancia social, cumplir las normas de higiene y aplicar los criterios técnicos de mantenimiento, limpieza y desinfección.
Indicaciones estas difíciles de controlar en los espacios naturales.
PROTOCOLO DE SANIDAD. El Ministerio de Sanidad ha publicado un protocolo para la «preparación de las piscinas frente al COVID-19« que establece las «medidas básicas de seguridad para velar por la salud de los ciudadanos». El documento «entrará en vigor única y exclusivamente» cuando el llamado «Plan de transición hacia una nueva normalidad» establezca que es posible la apertura de dichas instalaciones.
Cabe recordar que la infección por el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, «es muy poco probable» en playas, piscinas o balnearios. Así se recoge en un informe redactado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). No obstante, señala que las aglomeraciones que pueden darse en estos espacios acuáticos así como los objetos de uso común «pueden continuar sirviendo de mecanismo de contagio».
- El contagio del virus es poco probable en playas y piscinas, según el CSIC
Según informa el Ministerio de Sanidad, el citado documento sobre las piscinas ha sido «consensuado con las comunidades autónomas y el sector que gestiona este tipo de establecimientos».
«Un aspecto importante a tener en cuenta es la ventilación de los espacios cerrados, como vestuarios y baños, botiquín y salas técnicas. El hacinamiento y la ausencia de ventilación son factores que favorecen la transmisión del virus», advierte el Ministerio de Sanidad.
Por dicho motivo, el protocolo recomienda abrir puertas y ventanas exteriores para aumentar la circulación de aire en el área.
En el caso de que la ventilación se proporcione a través de medios mecánicos, «estos deben conservarse en buen estado de mantenimiento, limpieza y grado de desinfección adecuado».
Limpieza previa «exhaustiva»
Además, apunta Sanidad, «es esencial que se realice una exhaustiva limpieza antes de proceder a la desinfección de todo el mobiliario (vaso, corcheras, escaleras de acero inoxidable, duchas, paredes, taquillas, etc.), y prestar especial atención a las superficies de contacto más frecuente como grifos, barandillas o pomos de puerta».
El protocolo advierte que «la desinfección carece de eficacia si la superficie no ha sido previamente desprovista de suciedad, que puede servir de refugio a los microorganismos»
Asimismo, se insta que de forma complementaria a este documento se disponga de un protocolo específico que responda a las características propias de cada instalación.
De manera general no hay que olvidar aspectos como por ejemplo que se deberán utilizar paños y materiales de un solo uso o proceder a su limpieza y desinfección adecuada.
Respecto a los desinfectantes se podrán usar diluciones de lejía 1:50 recién preparada o cualquiera de los desinfectantes con actividad virucida que se encuentran en el mercado y que han sido autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad.
Además, «el agua de los vasos debe contar con un proceso de depuración física y química, la renovación mediante adición de agua de aporte y la realización de controles operativos o rutinarios. Para eliminar el virus hay que mantener correctamente el tratamiento y niveles de desinfección residual en el agua».
Los establecimientos de hostelería que dispongan de piscina, deberán seguir los protocolos correspondientes a este sector. Y, las instalaciones deportivas y parques de juegos no podrán usarse hasta que así se establezca en la oportuna fase de desescalada.
Aforo y control de accesos
El protocolo propone como medida restrictiva de aforo «al menos doblar la superficie por persona en los espacios al aire libre y triplicarla en los espacios cubiertos».
Estas medidas son indicativas y «dependiendo de la configuración de la piscina y de la zona pública podrán establecerse medidas más restrictivas para asegurarse el distanciamiento social«.
Será el socorrista o el personal que designe el gestor de la instalación, el responsable de supervisar el número de bañistas en cada uno de los vasos y restringir los accesos a los mismos y de acuerdo con la legislación vigente en cada comunidad autónoma.
Para la entrada a la piscina se propone dibujar o colocar bandas en el suelo de recepción que marquen la distancia mínima entre personas de 2 metros para acceder el mostrador y a la entrada.
En el caso de que la barrera de acceso sean tornos es preferible tenerlos bajados o tocarlos con la ropa. Y, si la instalación lo permite, se recomienda utilizar una puerta de entrada y otra de salida para intentar evitar al máximo los cruces.
Otras medidas de seguridad
El protocolo señala que los establecimientos deberán contar con sistemas para la desinfección de manos a la entrada e incorporar un sistema de limpieza y desinfección de calzado a la entrada así como recomendar el uso de calzado exclusivo dentro de la instalación.
Además, se pondrá a disposición de los usuarios una bolsa de plástico para material desechable que se deberá depositar convenientemente cerrada en un cubo de basura (con tapa y pedal) a la salida y se favorecerá el pago con tarjeta de crédito o a través de aplicaciones móviles.
El protocolo hace hincapié en la importancia de la difusión de mensajes de prevención mediante carteles y/o megafonía
Los carteles recordarán buenas prácticas de higiene pública como ducharse antes de entrar a la piscina o lavar los trajes y las toallas de baño, para eliminar todas las bacterias o virus.
Medidas en las zonas comunes
Las piscinas deben contar con una distribución espacial de al menos dos metros entre los usuarios que estará señalizada en el suelo.
Todos los objetos personales como toalla, botes de crema, calzado de uso exclusivo, mochilas, etc. deben permanecer dentro del perímetro de seguridad establecido y evitar el contacto con el resto de usuarios
Además, «se deberá realizar limpieza y desinfección de las zonas de estancia y de tránsito de los bañistas, al menos dos veces al día, haciendo especial hincapié en las zonas más frecuentadas como vestuarios, aseos, taquillas, duchas y lavabos».
FUENTE: https://www.hosteltur.com/136788_el-ministerio-de-sanidad-publica-el-protocolo-para-piscinas.html
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