La tradicional peregrinación a caballos a Guadalupe el día de la Hispanidad se celebra desde hace décadas y tiene a Logrosán como uno de sus más importantes finales de etapa.
Los jinetes o «caballistas» como se les conoce aquí, provienen sobre todo de distintas localidades de la provincia de Badajoz y llegan a Logrosán en la tarde de la víspera del día 12 como fin de la penúltima etapa del peregrinaje que tiene su final en Guadalupe. Esta tradición mueve hasta nuestra localidad más de 100 caballos y varios cientos de personas entre jinetes y acompañantes.
El evento tiene distintos puntos de vista entre los vecinos, por un lado supone un ingreso importante para el sector hostelero; alojamientos y restaurantes de Logrosán cuelgan cada año el cartel de «completo» por estas fechas. Por otro, muchos logrosano se muestran descontentos por la incomodidad que suponen los excrementos de caballo que ensucian las calles, y el comportamiento poco cívico de algunos jinetes pasados de copas que el pasado año produjeron algunos altercados.
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