… FRIYENDO BOTONES: Claves de interpretación

Hace ahora veinte años, cuando estábamos desmantelando la Central Nuclear de Valdecaballeros, se presentó en la obra un autodenominado “chatarrero de uñas negras”.

Llevaba un Citroen BX, originalmente blanco, pero que cada vez se parecía más a las uñas de su propietario.

Tenía matrícula de Vitoria, aunque eso sólo se pudo desvelar cuando le pedimos la documentación para formalizar su acceso a la obra.

El susodicho chatarrero expuso su know-how (*) y ciertamente que la claridad no era lo suyo, tampoco en su explicación.

Por ver si podíamos resumir y concretar al mismo tiempo le dije: “en concreto, en qué cree que podría colaborar con nosotros?”.

El hombre hizo un esfuerzo de síntesis y por fin soltó:

“NOSOTROS LO MISMO FREIMOS UN BOTON QUE COSEMOS UN HUEVO”

Luego he escuchado más veces esta frase, pero entonces me pilló a contrapié y hube de repetírmela mentalmente varias veces hasta pillarla en todo su significado superficial y unas cuantas veces más, …………., repartidas en varios años, hasta llegar al fondo de la frase, que para mí resulta ser la metáfora de una forma de conducirse en la vida propia de supervivientes.

El refranero español es un pozo de sabiduría, tan amplio y variado que uno puede encontrar en el sabios consejos basados en la experiencia y sabios consejos basados en la experiencia de exactamente lo contrario.

Así, “SI NACISTE PARA MARTILLO DEL CIELO TE CAEN LOS CLAVOS”, tiene su contrapunto en esta frase o refrán que nos reúne hoy y no siempre caen, uno al lado del otro, dos ingredientes complementarios.

Es raro que al irse acumulando los años, uno no pase por situaciones comprometidas en las que no todo está en su sitio.

Para mí, “NOSOTROS LO MISMO FREIMOS UN BOTON QUE COSEMOS UN HUEVO” representa la predisposición a enfrentarse a las circunstancias, fundamentalmente a las adversas. Cuando del cielo te caen botones y tu alacena sólo atesora aceite, no esperes a que las gallinas pongan el huevo, no vaya a ser que ni frías ni cosas. Ya sé que esto espantará a los puristas, pero, como decía Cecilia: “EL CASO ES ANDAR”!

El título iba a ser más largo, la frase entera; pero creí mejor poner la fuerza en sólo dos palabras. Como COSIENDO HUEVOS podía acarrear muchos equívocos, algunos incluso soeces, me incliné por la finalmente elegida.

Hacer el gerundio con Y era, es, un guiño al pueblo en el que por ejemplo ahora, para despedirme de vosotros, decimos (digo): “ME VOY YENDO” (y de YENDO – FRIYENDO)

(*) Pedantería que usamos cuando contamos a un desconocido lo que leches sabemos hacer y el cómo lo hacemos!

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