LA PUERTA DE LA IGLESIA
Dos de mis primeras vivencias, que aún hoy conservo entre mis recuerdos, tienen en común un lugar: la puerta de la Iglesia de Logrosán.
Tuve que reconstruir ambas historias porque, de recordar algo, sólo recordaría el momento más traumático de cada una de ellas.
HISTORIA 1: EL TRICICLO SIN TIMBRE
Debía de correr el año 1964, diría que a inicios del verano.
Apatrullaba yo por el entorno de mi casa con un triciclo, de asiento de madera y sin timbre, desde que lo trajeron los reyes y, con los días más largos y menos fríos, tomaba cada vez más protagonismo en mis tardes.
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