Es decir, producen energía y la vuelcan a la red eléctrica de Extremadura.
Comenzaron a construirse a finales del 18 y desde principios de noviembre ya están produciendo energía y conectadas a la red eléctrica.Económicamente supondrán para Logrosán unos importantes ingresos, ademas de lo ya abonado en concepto de ICIO y canon urbanístico, a partir del año que viene comenzarán a pagar impuestos como son el BICEX (que es un IBI de características especiales) y el IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas). El cálculo del importe de ambos impuestos aún se desconoce, el OARGT (Organismo autónomo de Recaudación y Gestión Tributaria) de Diputación todavía no han facilitado el cálculo aproximado según fuentes municipales. Esperan tener ese dato en el primer trimestre del próximo año.
Las tres plantas logrosanas (junto a las de Casas de San Pedro y Talarrubias que pertenecen al mismo proyecto) tienen una capacidad de 42 MW cada una y se prevé que producirán 500 GWh al año. Entre todos suman más de 740.000 módulos, conjuntamente evitarán la emisión anual a la atmósfera de más de 300.000 toneladas de CO2, y han supuesto una inversión de 200 millones de euros.
Aparte de las consideraciones técnicas, tienen en común que fueron los primeros proyectos en los que la compañía comenzó a desarrollar un Plan de Creación de Valor Compartido, (CSV, en sus siglas en inglés), con el que acompaña todos los proyectos, tanto solares como eólicos, que ha emprendido como resultado de dicha adjudicación. Por ello, en todos los presupuestos hay una parte destinada específicamente a desarrollar las acciones que cada plan contemple.
El objetivo de estos planes de CSV reside en dejar en las comunidades un beneficio no material, que se prolongue más allá del tiempo que dure la construcción de cada parque, teniendo en cuenta que van a estar en operación 25 años.
Como explica Inmaculada Fiteni, responsable de CSV y Sostenibilidad de Endesa,«la compañía va a permanecer en contacto y a formar parte de cada comunidad mucho tiempo. Por eso, para nosotros es importante buscar formas de repercutir un impacto positivo y duradero».
En la construcción de estos parques participaron unos 600 trabajadores, «con picos incluso de 800, la mayoría procedentes de otros lugares, que están allí un año más o menos y necesitan un alojamiento. Por tanto, la primera tarea que nos planteamos fue conocer qué infraestructuras de hostelería existían, para tratar de que pudieran absorber a esa cantidad de gente. Se buscaba la manera de que esos trabajadores pudieran alojarse allí, incluso en casas particulares, en vez de diseminarse por otras localidades más grandes, y que los beneficios de su estancia en la zona se quedaran en esos pueblos».
La eficiencia energética es otra de las áreas de trabajo. En este caso se han realizado auditorías energéticas en 15 edificios públicos, como los ayuntamientos, los colegios o los ambulatorios, «para conocer dónde pueden mejorar, ya que el gasto energético es una partida importante para los ayuntamientos». Asimismo, se hicieron seis instalaciones de autoconsumo en edificios públicos.
Además de en los edificios públicos, «también se realizó otra auditoria energética en la residencia de mayores de Logrosán y les donamos las placas solares que instalamos en los sitios de construcción, con módulos prefabricados, para los consumos propios durante las obras». DIARIO LA RAZÓN
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