El Servicio Extremeño de Salud no ha cubierto aún la baja de la responsable de ese servicio que se produjo hace ya 7 meses. El aparato de radiología que vale miles de euros, lleva parado en el Centro de Salud de Logrosán desde el verano.
La desatención y el olvido de miles de pacientes de la comarca obliga a hacer desplazamientos a cientos de kilómetros en muchos casos. El Centro de Logrosán debería estar atendiendo a usuarios de Alía, Guadalupe, Cañamero, Berzocana o Navezuelas entre otros, que ahora se ven obligados a desplazarse en vehículos particulares, en taxi, incluso en el autobús de línea y siempre a su cargo, hasta el servicio de radiología de Trujillo.
El SES debería tener mucho más en consideración la dispersión de la población en estas áreas rurales y las características de sus habitantes, con un alto porcentaje de personas de avanzada edad, que en su mayoría tiene problemas para asumir estos largos desplazamiento. Esto ocasiona que algunos pacientes, si no se trata de casos graves, renuncien a estas pruebas diagnósticas perjudicando sus propios tratamientos médicos.