El gobierno extremeño firma como responsable de colocar semejante impacto sobre uno de los riscos que dominan el paisaje de Cañamero. Un paisaje de natural de miles de años alterado ahora donde más se ve, justo en la cima, sobre unas cuarcita que se divisan desde kilómetros a la redonda.
Nos preguntamos si de verdad hubiera sido tan perjudicial para la lucha contra los incendios construir la caseta de vigilancia unos metros por debajo, confundiéndose en la distancia con el suelo y el paisaje, pasando desapercibida; fuera de la línea del horizonte, donde no se altere las siluetas de nuestras cumbres.