Como contaba en el anterior artículo, el ejército sirio se queda en el Líbano ejerciendo “de facto” un férreo control sobre el país. Utiliza a la OLP de Yaser Arafat para ejercer acciones bélicas contra su enemigo israelita, hasta que este último país elige como primer ministro a Ariel Sharon, héroe de la guerra del Yom Kipur. Hombre duro, en 1982 lanza la operación “Paz para Galilea”, que no consiste más que en la invasión del libano para expulsar a la OLP como fuerza militar. Israel llegó hasta Beirut que fue sitiada y bombardeada durante dos meses, hasta que la OLP aceptó evacuar la ciudad.

Yaser Arafat. Lider de la Organización para la Liberación de Palestina, OLP, hasta su muerte en extrañas circunstancias el 11 de noviembre de 2004
Desgraciadamente, durante la ocupación israelí, se permitió la entrada de milicias cristiano-falangistas libaneses en los campos de Sabra y Chatila. Estas milicias ejecutaron a unos 1000 refugiados palestinos (mientras las tropas judías miraban para otro lado) en uno de los capítulos más negros de las guerras de Oriente próximo.
Las fuerzas israelíes ocuparon Beirut hasta julio de 1983, cuando iniciaron una retirada hasta el rio Awali. Allí se formó una zona de seguridad, hasta que en el año 2000, se retiraron definitivamente del Líbano.
Durante este periodo, se forma la milicia chií, Hezbollah, armada por Irán, la cual hostigó y continúa hostigando a los israelitas.
En 1990, Irak, acuciado por las deudas contraídas por su guerra contra Irán (auspiciada por la CIA con el fin de derrotar el régimen islámico de los Ayatolas), invade Kuwait. En 1991, una coalición internacional liderada por Estados Unidos libera el país en la operación “Tormenta del desierto”, aunque permite que Sadan Hussein, presidente del país y del partido Baaz (partido que también gobierna en Siria) continúeen el poder. Al fin y al cabo no es más que un tonto útil dentro de la región para los intereses occidentales.
En esta coalición (formada por países árabes con intereses en la zona y occidentales) participa extrañamente Siria. A cambio, consigue control prácticamente absoluto sobre el Líbano. Pero en 2005 se ve obligada a abandonarlo, tras el asesinato del ex primer ministro libanes (cristiano) Rafic Hariri, perpetrado por los servicios secretos sirios. La presión internacional y de los cristianos libaneses se hace insoportable, y además en territorio sirio comienzan los problemas con una oposición al régimen cada vez más dura, por lo que el presidente Bashar el assad, que había sucedido a su padre en el año 2000, decide que es mejor tener a las tropas en el interior.
El día 17 de diciembre 2010, un vendedor ambulante de 26 años se quema a lo bonzo en Túnez. Comienza así la llamada “primavera árabe”. Varias son las causas: la crisis económica mundial que azota a los países más pobres, el interés de occidente por instaurar regímenes favorables y/o manipulables, y el interés de la Yihad por instaurar a su vez regímenes islamistas.
Uno a uno, los regímenes totalitarios van cayendo, pero hay que diferenciar. No es lo mismo Túnez que Libia. Libia posee uno de los petróleos de más alta calidad del mundo, por lo que occidente se entromete incluso militarmente para acabar con Gadaffi, hasta entonces “aliado”. Egipto vela caída de Mubarak y el ejército convoca elecciones que son ganadas por el partido de los Hermanos Musulmanes de Mursi. No hace falta que explique aquí las consecuencias y el posterior golpe de estado militar. Occidente necesita un Egipto estable y no islámico, ya que tiene en su poder el Canal de Suez, vía marítima indispensable para el comercio mundial.
Sin embargo, durante el gobierno de Mursi los Hermanos Musulmanes alientan la insurrección en Siria contra el gobierno de Bashar, aliándose en un primer momento con la oposición democrática, que durante años había sufrido persecución y ejecuciones sumarísimas. Y ahí comienza la guerra civil de Siria, con un régimen desacreditado tras la finalización del viejo sueño de anexionarse el Líbano y cada vez más violento y opresor. El conflicto se inicia en el año 2011 con una serie de protestas pacíficas en contra del gobierno, las cuales se intensifican a lo largo del mismo año.
En un principio, occidente ve con simpatía la revuelta, sobre todo porque el régimen Sirio es aliado incondicional de un viejo enemigo: Rusia. Pero las tornas van a cambiar…
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