Juan José Perdigón Cambero, 26 años, de padre logrosano, no puede evitar sentir a este pueblo en sus venas.
Soy paisano de Logrosán, no de nacimiento pero parte de mis raíces sí. Mis padres, Juan José y Manoli, ambos extremeños, de Logrosán
y Fuente del Maestre respectivamente. Mi hermana, Melissa, nacida en Barcelona como yo, reside actualmente en Logrosán y administra el tan conocido por todos “Bar la Parada” junto con su pareja Miguel Leandro.
Mi familia almorranera ha sido siempre conocida como “los cominos”. Cuatro hermanos (Josefa, Inés, Nina, Juan José y María) hijos de Juan José y María. Se dedicaban a la cosecha y cultivaban todo tipo de productos, parte para consumir y otra parte para vender/intercambiar.
Actualmente, y dadas las situaciones socioeconómicas que está atravesando nuestro país y el sector en el que trabajo concretamente, ha provocado que haya tenido que coger las maletas e irme (con mucho gusto) a 11146km de distancia a trabajar. Resido en Santiago de Chile, ciudad de poco más de 7 millones de habitantes y capital del país.
Después de 6 meses de estadía en la Universidad de Talca, de conocer gente magnífica y de recorrer (en mi tiempo libre) Chile de Sur a Norte, parte de Perú, Bolivia, Argentina y Brasil volví con las pilas cargadas y con ganas de empezar mi vida laboral. Tres meses después, una empresa catalana dedicada a la dirección y gestión de grandes proyectos me ofreció venir los últimos 6 meses de construcción de una depuradora de 8,8m³/s. Acabado ese proyecto me ofrecieron continuar en la empresa y ahora estoy, junto con otros compañeros, en la construcción de un Parque Fluvial para la que estimo estar hasta principios del año de 2014.
Chile es un país lleno de contrastes. Sus más de 5000km desde el Sur al Norte invitan a caminar por los glaciares, hacer rutas de trekking por los Andes o irte al Norte y contemplar el Valle de la Luna en pleno desierto de Atacama. Este aspecto es lo que más me fascina del país; tienes de todo y con paisajes únicos, lo cuáles aún no están sobreexplotados.
Lo que menos me gusta aunque lo puedo sobrellevar es, en su justa medida y sin pasarnos, el “empanamiento” que tienen algunos Chilenos, el no pensar las cosas, el decirte que no sin pensar el porqué o decirte que sí y tú pensar, “este tío es tonto”. No obstante creo que la cosa está mejorando con las nuevas generaciones…Otro aspecto negativo es el alto grado de contaminación de Santiago, que si lo comparamos con cualquier ciudad de España, y no hablemos de Logrosán, es extremadamente alto. Suerte que de tanto en cuando puedo pasear por la vía verde o bailar una charanga en la Dehesa y recuperar así los pulmones que voy perdiendo poco a poco aquí.
Gastronómicamente puedo decir que es un país con buena carne y buen marisco, un salmón que esta delicioso pero al que no le acompaña una cultura culinaria como la española. Si tengo que hablar de las recetas de “la mama” mejor cojo la maleta y me vuelvo, así que no lo voy a hacer.
En cuanto a la forma de vivir en Chile puedo decir que no hay grandes diferencias. Actualmente vivo en un barrio muy bueno donde hay de todo y puedo hacer mil cosas, el departamento que comparto con mis otros dos compañeros es muy interesante y amplio, y las amistades aquí son muy buenas también. He de decir que, aunque el Chileno de por sí es muy acogedor y siempre te abrirá las puertas de tu casa, la relación mía aquí es con catalanes mayoritariamente, un extremeño y unas amigas madrileñas. Aunque uno no lo quiera siempre te juntas con los tuyos estés donde estés, te montas las grandes fiestas con ellos y en momentos de bajón ellos te escuchan y te entienden.
Si tuviese que elegir un momento cumbre con los nuestros fue ver la victoria de la selección con más de 70 españoles gritando y tomando “copete” sin parar hasta…uff ni me acuerdo. Los momentos duros son cuando te toca ver al R. Madrid más solo que la una (aún no he encontrado aficionados merengues, aunque seguro que los hay). Los momentos aún más duro son cuando piensas…”que coño hago yo aquí” (perdonad la vulgaridad pero la frase es exactamente esa). En esos momentos te viene todo a la cabeza, la familia, los amigos, mi sobrino que está a meses de nacer…y más cosas que se minimizan por la suerte de poder viajar entre 3 y 4 veces al año a España y la suerte de trabajar de lo que realmente te gusta y te hace feliz.
Por último, respondiendo a la pregunta del millón: ¿VOLVERÁS? Creo que sí, pero antes debo estar seguro que mi vida allí va a ser mejor que la de aquí, sino mejor me quedo aquí!!
Un abrazo logrosanos. Siempre llevo con orgullo el nombre del pueblo que en vacaciones me vio crecer y que ahora mismo guarda parte de mi vida: mi hermana y mi sobrino que viene de camino.
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