UN LOGROSÁN DE LEYENDA: 6. Brujas y demonios acechando en Las Villuercas.

A todos nos han contado cuando éramos niños alguna vez leyendas sobre la muerte,  lo sobrenatural, el misterio y la magia.

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 Nuestra zona no escapa a la tradición de las leyendas que, contadas a la luz de la hoguera en la noche, están destinadas a quitar el sueño a los más valientes. En estas fechas en las que la muerte y lo sobrenatural están más presentes que nunca en nuestra tradición y en otras que nos vienen de fuera, no podía faltar nuestra sección cargada de leyendas de magia y misterio.

En Logrosán el mismísimo Mario Roso de Luna en su Legajo habla de leyendas de aquelarres que se reunían en el “Cercón de las Brujas” (que debe su nombre, precisamente a esta leyenda) y en los que se utilizaba la fosforita, tan preciada en la minería de la zona siglos después: “alguna seca y repugnante bruja halló una tierra blanquecina que, pulverizada entre sus dedos huesosos durante las noches oscuras del invierno sobre el rescoldo del hogar evocaba las dolientes almas del Purgatorio en veinte leguas a la redonda y al mismo tiempo que pedían sufragios hormigueaban encima de las rojas ascuas miles de ojos fosforescentes de dragones horribles, reflejando las luces verdosas del infernal azufre, mientras los pedazos más gruesos de la blanca materia remedaban esmeraldas bellísimas robadas a la tiara del Romano Pontífice. Entonces maullaba con furor el gato, una racha de la tempestad zumbaba horrísona  en la angosta chimenea, lanzaba la vieja un conjuro y todo desaparecía, resonando a lo lejos un último tristísimo gemido de las almas coreado por los silbos del huracán. Tales eran los mágicos efectos de las piedras existentes en el terreno llamado cercón de las brujas[1].

En Cañamero se está recuperando actualmente una ruta nocturna, la “Ruta de las brujas”, basada en una antigua leyenda que cuenta que las brujas en la Edad Media hacían esa ruta desde la plaza del pueblo hasta un dolmen prehistórico, llamado por ello “Mesa de las brujas”, por un pequeño camino que transcurre por debajo del castillo. Una vez allí y atraídas por los supuestos poderes mágicos de la primitiva piedra, realizaban sus pócimas y conjuros en calabazas.

También en  Navalvillar de Ibor se cuenta una leyenda de brujas[2] según la cual hace mucho tiempo una mujer noble tuvo tres hijas y la criada que las cuidaba (que se dedicaba en secreto a la brujería) enseñó el arte de los encantamientos a las pequeñas. Estas tres muchachas, al verse con poder, lo usaron con crueldad de tal manera que todo aquello que les molestaba lo hacían desaparecer o lo maldecían. Sus padres, asustados, las quisieron matar. Pero al enterarse las tres brujas se vengaron de ellos matándolos e intentaron hacer lo mismo con la criada, pero ésta última las hechizó de tal manera que lo que sentía una lo sentían las tres. Se cuenta en el pueblo que a lo largo de los años hechizaron a varios hombres hasta llevarlos a la locura.

Por otra parte, nuestro entorno esconde también inquietantes leyendas de diablos, de seres maléficos, encarnaciones de todo mal.

En la leyenda de Guadalupe “El Cristo del Diablo” se da el tipo de Fausto, del pacto con el diablo. Todo empieza cuando los tercios españoles salieron de Flandes en dirección a Italia, entre los que iba un joven y arrogante capitán. Apenas llegó a Italia, comenzó a rondar la casa de una hermosa lugareña que no le correspondía en su amor. Tras muchas noches acudiendo a su ventana sin obtener respuesta, se enteró de que precisamente se había enamorado de una dama que había decidido ingresar en un convento. Trastornado por tal noticia, invocó al mismo diablo el cual se le apareció y le ofreció conseguir el amor de la dama a cambio de su alma. El capitán aceptó el trato y el diablo le dio un lienzo con la figura de Cristo crucificado, pero tan afeado, que su vista causaba horror, ennegrecidos sus miembros, todo llagado el cuerpo, dislocadas las facciones del rostro… Se trataba de un objeto mágico que debía encandilar a la doncella y dejarla suspirando por el capitán. Sin embargo, el efecto fue contrario a sus deseos: la dama se horrorizó tanto al ver el Cristo que se reafirmó en su deseo de hacerse monja. Al día siguiente, bajo el ventanal, carbonizado por el rayo, se encontró el cuerpo del capitán de los tercios españoles. Cuenta la leyenda que una de las pinturas de Cristo que se hallan en el monasterio de Guadalupe es una copia de este cuadro.

Por el contrario, en “El barranco del diablo”, este ser demoníaco no sale victorioso y la finalidad de la leyenda no es otra que la explicación del origen de este topónimo. Según una antigua leyenda, un pobre pastor de Guadalupe estaba muriéndose, por lo que la familia fue a dar aviso al monasterio para que un fraile fuera a darle la extremaunción. El fraile, ya en camino de ayudar al enfermo, tuvo que parar a descansar en este barranco pero cuando quiso levantarse, las piernas no le obedecían. Muy angustiado, el pobre hombre empezó a rezar a la Virgen de Guadalupe, cuando oyó un ruido tras de él. Se trataba del mismo diablo, quien estaba impidiendo que el fraile prosiguiera su camino y salvara el alma del pastor. Por suerte, el diablo huyó despavorido al escuchar el rezo y el fraile pudo continuar su camino. De este modo, este paraje pasó a llamarse desde entonces “El barranco del diablo”.

Lo sobrenatural puebla cada rincón de Las Villuercas y las convierte en un lugar mítico, misterioso y mágico a través de sus leyendas de aquelarres y demonios.

¡Que disfrutéis del puente!

                                                                              Esperanza Leandro

Gracias a la colaboración de una de nuestras lectoras estamos preparando varios artículos de canciones del pueblo. Ya sabéis que esta sección la hacemos entre todos para todos, así que si queréis colaborar, podéis aportar las canciones que recordéis (canciones de cuna, de juegos infantiles, de la comba, de labranza, de siega, de boda, de ronda,…) mandándolas a info@logrosanaldia.com.


[1] Roso de Luna, Mario: Logrosán (Legajo histórico), Ayuntamiento de Logrosán, Trujillo, 2007 (ed. facsímil-1898-), págs. 18 y 19.

2 comentarios to “UN LOGROSÁN DE LEYENDA: 6. Brujas y demonios acechando en Las Villuercas.”

  1. Paparruchas

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  2. Excelente iniciativa, rememorar NUESTRAS leyendas y tradiciones.
    Hemos de ser capaces de poner en valor estas fiestas y hacerlas atractivas y sobre todo comerciales…Agudicemos nuestro ingenio para que comiencen a aflorar iniciativas en favor de nuestra cultura.
    No nos dejemos invadir por tradiciones foráneas

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