LA HISTORIA DE AQUÍ: Los caminos de la trashumancia en Las Villuercas (I)

JUAN GIL (5)mini CON TEXTO

Las Villuercas es una comarca agreste eminentemente ganadera, una tierra de cazadores y de pastores desde el pasado más remoto, como podemos apreciar en las pinturas esquemáticas de muchos de nuestros abrigos rupestres.

En la Edad del Bronce (siglo IX a. C.) los pueblos ganaderos de Las Villuercas nos dejaron la impronta de su arte en las famosas estelas grabadas de Solana de Cabañas, Logrosán y de Cabañas del Castillo, en las cuales destaca un carro de cuatro ruedas junto a las armas del difunto guerrero.

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En el siglo III a. C. los vetones que se aposentaron en varios poblados amurallados, junto a los principales ríos de estas sierras, Almonte, Ibor, Ruecas, Guadalupejo, era un pueblo celta dedicado a la ganadería trashumante desde Gredos (Ulaca, comarca de Ávila) hasta el territorio de Lacimurga (Castillo de Cogolludo) en las orillas del Guadiana. Actualmente se les reconoce por sus esculturas de toros y verracos, realizados con rocas graníticas, como los encontrados en Guisando, Valdelacasa de Tajo, Villar del Pedroso y Madrigalejo.

Posteriormente, durante la época romana estas tierras villuerquinas pertenecieron a un enclave de la lejana ciudad romana de Ucubi (actual Espejo, Córdoba) donde se practicaba la ganadería trashumante buscando en ellas los ricos pastos estivales.

En la planicie de nuestras Rañas, muy cerca de la Venta de la Laguna, se encuentra el antiguo MojónTrifinium 1 con inscripción Gordo, justo por donde pasa el viejo camino de Guadalupe a Valdecaballeros y a la barca de Peloche, una vez rebasado el Puerto Llano de Cañamero. En el siglo XIX Mojón Gordo fue aprovechado para marcar los límites entre las provincias de Cáceres y de Badajoz, concretamente entre los términos municipales de Alía, Valdecaballeros, Cañamero y la finca de Cubillo, perteneciente a las Casas de D. Pedro. En este lugar fueron encontrados dos mojones de término romanos, labrados en roca granítica y de grandes dimensiones, que tienen sendas inscripciones de excepcional importancia histórica y que se guardan en la iglesia parroquial de Valdecaballeros, una de ellas fue reutilizada como pila de agua bautismal y la otra como base de un crucero.

Pues bien, de acuerdo con el texto latino de estas dos inscripciones, Mojón Gordo es un “trifinium”, es decir, un lugar donde confluían los límites territoriales de las ciudades romanas de Augusta Emerita (Mérida), Lacimurga (cerro de Cogolludo) y un enclave territorial, que hoy coincidiría con las estribaciones meridionales de las Villuercas, perteneciente a la ciudad cordobesa de Ucubi. No dejamos de sorprendernos por el gran parecido del topónimo romano de Ucubi con el actual Cubillo y el cercano hidrónimo Cubilar.

Parece evidente que entre las ciudades romanas de Ucubi, Corduba, y la comarca de Las Villuercas debió de existir una antigua cañada ganadera, una vía caminera que vadearía el río Guadiana por el castro de Lacimurga (Castillo de Cogolludo), o por el vado situado en la confluencia con el río Guadalupejo, donde se encontraba otro castro y el castillo árabe de  Hisnatoraf, justo en el paso de la barca de Peloche.  Caminos ganaderos establecidos desde la época de los vetones y que estuvieron operativos durante el imperio romano y toda la Edad Media, pues encontramos numerosas referencias medievales relativas a los tramos camineros de obligado paso durante la reconquista del al-Andalus.

En el año 1133 el rey Alfonso VII de Castilla entró en tierras de moros, pasando por Puerto Rey situado en la “sierra de los puertos” en dirección a Córdoba. Pero el regreso lo hizo desde Sevilla pasando por el Puerto de Cañamero, el estrecho de Peña Amarilla y el Puerto de San Vicente (“Puerto del Carvajal”) en la Sierra de Altamira.

Trifinium 2 con inscripciónLas milicias del Concejo de Ávila, mandadas por su capitán Sancho Jiménez, hizo nada menos que veintiséis expediciones entre los años 1140 y 1173 al territorio musulmán, a través del Camino de Sevilla que atravesaba el río Tajo por el vado de Azután, cercano a la ciudad abandonada de Vascos, y continuaba por el Puerto del Carvajal y el Puerto de Cañamero hacia las vegas del Guadiana, la Serena y el valle del Guadalquivir.

En 1220  el príncipe leonés Sancho Fernández, hijo del rey Fernando II de León y de Dª Urraca López de Haro, abandona la corte leonesa y se dirige a Toledo donde recluta una hueste de unos cuarenta soldados para pasar a Sevilla, pues decía que el rey de Marruecos “le avíe de dar grandes (h)averes”. Por el camino se establecieron en el “castiello (y)ermo de Cannamero”, lugar fronterizo que fortificaron, tomándolo como base de operaciones y desde donde saquearon toda la comarca de Las Villuercas haciendo “mucho mal a moros, e a christianos”.

En el año 1232, las milicias castellanas de Plasencia y de Ávila conquistan la ciudad islámica de Trujillo, creándose en 1268 por Alfonso X, el Sabio”, una línea de separación de términos jurisdiccionales entre Trujillo, Toledo y Talavera, que seguía una “carrera” ganadera desde el río Guadiana (Cogolludo) hasta el río Tajo, pasando por el «Puerto de Cañamero”, por Valtravieso, por el Cerro de la Brama  (el Monasterio de Guadalupe entonces no existía) y por todo el curso del río Ibor hasta su desembocadura en el Tajo.

En el año 1273, el rey de Castilla y de León, Alfonso X, “el Sabio”, creó el Honrado Concejo de la Mesta, protegiendo con numerosos privilegios todos los caminos de la trashumancia, entre ellos la Cañada Real Leonesa Oriental (“cordel de merinas”) que bajando desde Ávila cruza el sur de Las Villuercas por el Puerto de San Vicente, Peña Amarilla, Alía, Puerto Llano, las Rañas de Valdepalacios y Madrigalejo, para adentrarse en La Serena camino de las tierras cordobesas y sevillanas. 

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BIBLIOGRAFIA

Los Anales Toledanos I y II. Julio Porres Martín-Cleto. Instituto Provincial de Investigaciones y Estudios Toledanos. Diputación Provincial de Toledo.1993.
– La Dehesa de los Guadalupes. Julián Hontanilla. Editora Regional de Extremadura. Colección Estudio nº 16. Mérida. 2000.
– Documentación Medieval. Archivo Municipal de Trujillo. Parte I. Mª de los Ángeles Sanchez Rubio. Institución Cultural El Brocense. Cáceres. 1992.

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4 comentarios to “LA HISTORIA DE AQUÍ: Los caminos de la trashumancia en Las Villuercas (I)”

  1. Magistral, como siempre.

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  2. Historia pura, gracias Juan

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  3. me gusta mucho juan sigue contandonos historias de nuestra tierra, muchas gracias.

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  4. Qué bueno, Juan. Muchísimas gracias.

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